domingo, 18 de agosto de 2013

IAGO ASPAS


NOMBRE COMPLETOIago Aspas Juncal  
FECHA DE NACIMIENTO1 de agosto de 1987
LUGAR DE NACIMIENTOMoaña (Pontevedra)
DEMARCACIÓN Delantero, Mediapunta
DORSALES36, 28, 11, 10, 9
CLUB DE PROCEDENCIACelta B 
TEMPORADAS EN EL CLUB8 (2007-13 y 2015-17)
PARTIDOS194
GOLES68
CLUB DE DESTINOLiverpool (ING)
CLUB ACTUAL RC CELTA

Delantero o mediapunta. Zurdo solo par el fútbol, destiló clase y pundonor durante sus años en Balaídos. Pero la historia de Iago Aspas en el Celta arranca con una piadosa mentira. El menudo chico de Moaña recorrió ilusionado los quince kilómetros que separaban su casa de Vigo para asistir a unas pruebas que realizaba el Celta para captar niños para su cantera, pero al llegar a A Madroa se llevó una gran desilusión: Las pruebas eran para niños nacidos en 1986, y él lo había hecho un año más tarde. No podía parar de llorar, convencido de que tendría que regresar a casa de vacío. Sin embargo, su tío lo convenció: "Tú di que eres del 86 y ya está". Así lo hizo. 

Viendo las pruebas, nadie diría que aquel chico era un año menor, tal vez por su físico, pero su zurda de seda no pasó desapercibida para los técnicos. Aspas superó una dura prueba, ya que jugó por primera vez en un campo sintético y sufrió porque llevaba unas botas lisas y se caía constantemente. Aspas regresó a casa convencido de que no lo llamarían, pero a la media hora de llegar sonó el teléfono, el Celta quería reclutarlo. Ahí tuvo que confesar su edad. A los técnicos del Celta no les importó, sabían que habían descubierto en Iago a un pequeño genio. 

Pero Aspas ya destacaba antes de llegar al Celta. En A Xunqueira,  en la playa hacía rabonas y chilirrabonas, según cuentan los que jugaban con él. Su vida estaba marcada por el balón de fútbol, que lo acompañaba a todas partes. Además, su familia ha dado un buen número de jugadores. Su tío, Cristobal Juncal, jugó en las categorías inferiores del Celta, y es futbolista profesional, como su primo Aitor. También su hermano Jonathan vistió la camiseta celeste. Pero de todos ellos, el que más carácter tenía era Iago. 

Aspas, de niño ya con el Celta

Su llegada al Celta provocó una pequeña revolución en casa de los Aspas. Iago convenció a uno de sus hermanos mayores, Jonathan, para hacer las pruebas en el Celta. También lo cogieron, y llegaría a ser internacional en categorías inferiores y jugador del primer equipo. Los padres de Aspas no tenían coche, así que Aspas acudía a entrenar con otro compañero de Moaña, al que llevaba su padre y con el que compartían los gastos del combustible. Sus padres se turnaban el fin de semana para ver en directo a sus tres hijos futbolistas, ya que Urbe, otro de sus hermanos, se  abría paso como portero en categorías regionales. 

Iago Aspas se fue abriendo paso por las categorías inferiores del Celta, quería ser como Mostovoi, se identifica con él porque jugaba de mediapunta, y tenían otra cosa en común: el mal genio. Esa característica ha marcado la trayectoria de Aspas desde muy pequeño. Javier Maté fue uno de sus valedores en el Celta, y una de las personas que puso más empeño en llevar a Aspas por el buen camino. Alivió sus frustraciones, como cuando quiso irse en cadetes porque no lo habían seleccionado para el campeonato de España. Purgó sus destemplanzas con una cesión al Rápido en edad juvenil, donde destacó y dio a conocer su lado más fogoso. 

Aspas, con la camiseta de la selección, junto a su hermano Jonathan 

En un duelo contra el Celta, Iago se ganó la expulsión tras llamar "niñato de mierda" al asistente. También se encaró con la afición del Celta y les hizo cortes de mangas. Casi lo echan del Rápido por ello, como reconoció tiempo más tarde el propio jugador. El Celta, sin embargo, lo repescó al término de esta temporada y ya no lo dejaría escapar. Iago Aspas salía a expulsión por temporada, pero era algo que no importaba demasiado a Iago Aspas, que debutó con el filial en el Ángel Carro, ante el Lugo, como titular y disputando los 90 minutos en la primera jornada de la Temporda 2006-07. El Celta B perdió 4-0, pero Rafa Sáez había descubierto a un jugador fundamental para el futuro. 

Aquel fue su primer año en el filial, marcando 1 gol en 21 partidos, 18 de ellos como titular. Mejoró sus cifras al año siguiente, con cuatro goles en 32 partidos. Para entonces ya había forjado una increíble amistad con Dani Abalo, con quien se entendía de maravilla en el campo. Eran como Zipi y Zape. Dos traviesos futbolistas haciendo diabluras en el campo. Goran Maric, el delantero centro del aquel equipo, se beneficiaba de esa conexión para terminar cada año con grandes cifras goleadoras.  Al final de aquella campaña, la 2007-08, Aspas tuvo la oportunidad de debutar con el equipo mayor.

Su debut oficial con el Celta, en Salamanca

Fue en el Helmántico, ante la desaparecida Unión Deportiva Salamanca. El Celta venía haciendo una campaña decepcionante, y aquel partido solo fue otro ejemplo más de ellos. Cayeron los de Alejandro Menéndez, que había sido su entrenador en el filial ese mismo curso, pero Aspas tuvo la oportunidad de debutar, además como titular, siendo sustituido en el minuto 60 por Pepe Aicart, otro compañero del Celta B. Aspas no destacó excesivamente en un partido bastante feo. Enfrente tuvo aquel día a cuatro futuros compañeros en el Celta: Catalá, Bustos, Botelho y David Rodríguez

En la Temporada 2008-09 elevaría sus cifras goleadoras a seis tantos, pero lo más importante llegaría en la antepenúltima jornada de Segunda División. El Celta, que había llegado al ecuador del campeonato con opciones de ascenso, se había complicado la vida en la segunda vuelta con una racha nefasta que le conducía al descenso a Segunda B. Pepe Murcia había dejado su sitio en el banquillo a Eusebio Sacristán, y el Celta recibía en esa jornada al Alavés, que estaba tres puntos por debajo en la clasificación. Una victoria salvaba al Celta, y una derrota lo acerca al peligroso abismo del descenso para un equipo que navegaba con la Ley Concursal como lastre.

Aspas, junto a su amigo Abalo, celebrando la permanecia 

Para ese partido, el Celta tuvo la mala fortuna de quedarse sin dos de sus delanteros. Dinei por una lesión, y Ghilas, que había visto la quinta amarilla una semana antes frente al Hércules y estaba sancionado. Eusebio Sacristán, un técnico que demostró en Vigo que no le temblaba el pulso con los canteranos, llamó para ese partido a Joselu y Iago Aspas para cubrir su baja. Eusebio los mandó a calentar en la segunda mitad, y ambos se miraron. ¿Se atrevería a ponerlos en el campo?. La duda se despejó unos minutos después cuando Eusebio hizo gestos al moañés: "Vístete, que vas a entrar". 

Balaídos recibió a Aspas con alegría, porque sabía de su calidad, pero también con la incerteza de quien jugaba el segundo partido con el primer equipo. Las dudas, si las había, se despejaron a los dos minutos de su entrada al terreno de juego, cuando intentó batir al meta rival con astucia. No lo logró, pero sería el primer aviso de lo que vendría por delante. A diez minutos del final, Trashorras abrió un balón a la banda, y Dani Abalo desde la derecha pondría un precioso balón que Aspas cabecearía al fondo de las mallas. Otra vez la conexión Abalo-Aspas haciendo de las suyas, pero esta vez con el equipo de los mayores y en un partido decisivo.

Así celebró su primer gol al Alavés 

Aspas corrió como un loco, se sacó la camiseta, lo que le costó una amarilla, enarboló un micrófono de ambiente. Esta fuera de sí, pero el Alavés lo devolvió a la realidad en menos de cinco minutos logrando el empate. Ya en tiempo de descuento, Falcón salvó el segundo de los blanquiazules. Balaídos ya daba por bueno un empate que no le dejaba salvado, pero tampoco desahuciado, y pasando tres minutos del tiempo reglamentario, Jordi Figueras botó una falta en campo propio, Jonathan Vila peinó el balón, que cayó a pies de David Rodríguez y su tiro, rechazado por el portero, fue aprovechado por Aspas para marcar el 2-1 que llevaba la locura a Balaídos. Ahora sí, no había tiempo para otro gol del Alavés. Aspas se retiraba del campo a hombros de sus compañeros, mientras Abalo gritaba: "¡Es el mejor!". Pocos como Dani conocían al nuevo héroe del celtismo, que se quedó en el primer equipo para siempre. 

Eusebio Sacristán continuó siendo el entrenador en la Temporada 2009-10, la primera completa de Aspas con el Celta. La labor del técnico castellano fue importante en la carrera de Aspas, a quien labró como futbolista y también como persona, intentando calmar un carácter que hacía peligrar su talento. Ante la Real Sociedad fue expulsado en cinco minutos, primero por una falta y luego sacar otra sin el permiso del árbitro. Eusebio llegó a amenazarlo con cambiarlo en un descanso si no podía perdón al árbitro. En cierto modo, suavizó sus aristas, pero su juego seguía siendo intermitente. Aquel año anotó 5 goles en 36 partidos, en otro año flojo del Celta.


El trabajo de Eusebio con Aspas tendría su recompensa, ya que el moañés salvó la cabeza de su técnico en más de una ocasión. Primero ante el Recreativo, con su puesto en entredicho, y especialmente en un choque ante el Girona. La carta de despido del vallisoletano estaba redactada, e incluso su sustituto, sonó con fuerza Lillo, pero el Celta ganó con un gol de Iago Aspas y Eusebio siguió en el cargo, a pesar de no cumplir con lo esperado en la Liga, y sin que el rendimiento de Aspas fuese sobresaliente.  

Pero su talento no pasaría desapercibido ni mucho menos. El Celta realizó una gran campaña en la Copa del Rey, llegando hasta cuartos de final con el Atlético de Madrid como rival. El partido de ida se disputó en el Vicente Calderón, y Aspas deslumbraría a España con un excelso pase de tacón que aprovechó Trashorras para anotar el 0-1. No fue el único gol exquisito que anotaría. Ya en la temporada siguiente, con Paco Herrera en el banquillo y sin ganarse la titularidad, apenas jugó 9 partidos de inicio, anotó un gol de tacón ante el Villarreal, con un gesto técnico precioso, y otro golazo ante el Granada con un tiro lejano ante el que Roberto, el  meta nazarí,  solo pudo aplaudir.


A Paco Herrera, Aspas lo tenía enamorado. Pero no acababa de encontrarle un sitio en el equipo. Aspas solía funcionar cuando salía, pero el técnico catalán apostaba por la dupla De Lucas-David Rodríguez, que tan buenos resultados le estaba dando. El moañés apenas entró en la recta final del campeonato, donde se convirtió en un jugador importante, pero sin llegar a ser decisivo. El Celta perdió la oportunidad del ascenso en una eliminatoria muy dura ante el Granada, en la que Aspas fue el centro de las iras de la parroquia nazarí. En el partido de ida, Aspas golpeó fortuitamente a Roberto, meta del Granada y ex jugador del Celta, en la cara, provocando un fuerte hematoma, que el Granada, a través de su página web oficial, aprovechó para calentar el partido de vuelta. 

La afición granadina recibió a Aspas con el cuchillo entre los dientes. Se repartieron carteles en los que se ponía precio por su cabeza. Era una forma de intentar amedrentar al jugador, que fue titular y sufrió todo tipo de provocaciones por parte de los rivales, especialmente del propio Roberto, que conocía su carácter y quería sacar partido de ello. Aspas estuvo muy contenido durante todo el encuentro, y en la tanda de penaltis mandó callar a Los Cármenes cuando anotó su gol. Fue expulsado por ello de forma sorprendente, y el Celta acabaría eliminado tras perder en la tanda de penaltis.

El polémico encontronazo con Roberto, meta del Granada 

Tras ese verano, el Celta emprendió una pequeña revolución en la plantilla. Se marcharon hombres importantes como Trashorras, Falcón, Michu o López Garai, y llegaron Oier Sanjurjo, Natxo Insa, Orellana y Bermejo, entre otros. Además, Paco Herrera tenía otros planes para Iago Aspas. Bermejo, que venía como referencia ofensiva, fue situado como mediapunta, dejando a Aspas en punta de ataque como falso nueve, o delantero mentiroso. A Aspas le costó entrar en el equipo, pero tras una serie de remontadas en Jerez y Villarreal, con el moañés como protagonista, Herrera le otorgó galones. Desde ese momento su titularidad fue indiscutible. 

Además, su rendimiento iba cada vez a más. Llegaron los goles, pero también una importante participación en el juego ofensivo, asistencias, y un trabajo defensivo muy loable y que siempre agradecen los entrenadores. El Celta, tras algunas dudas en el arranque, enganchó una racha muy buena, especialmente a partir de diciembre, con Aspas como protagonista. El juego del equipo, además, era muy bonito, y eso enganchaba al público. La temporada dejó partidos memorables, como la goleada al Numancia, las remontadas ante Almería, Recreativo, Barcelona B o Xerez, o una victoria in extremis en el campo del Valladolid que supuso finalmente el ascenso, puesto que los castellanos serían los grandes rivales del Celta.

Celebrando otro gol importante, el primero del Celta en Tarragona. Medio ascenso

En las jornadas finales, cuando todo se decidía, Aspas lejos de arrugarse se erigió en el gran protagonista, anotando 8 goles en cinco partidos, que supusieron cinco victorias decisivas para el Celta. Aspas anotó ante el Alcorcón (2), Guadalajara (2), Alcoyano (1), Xerez (2), y Nástic de Tarragona (1). Precisamente tras esta última victoria el Celta dejaba encarrilado el ascenso, puesto que le bastaba un punto para lograrlo en la última jornada, y se enfrentaba a un Córdoba que necesitaba también el empate para asegurarse la promoción del ascenso. El resultado fue un lógico empate a cero. 

Iago Aspas ya era jugador de Primera División. Lo celebró, especialmente con sus amigos Orellana, Hugo Mallo y Roberto Lago, con quien forjó una gran amistad durante ese curso. Como era previsible, no le faltaron ofertas en verano, pero prefirió seguir en Vigo, e incluso amplió su vinculación contractual hasta junio de 2017. También le llegaron los reconocimientos. El diario Marca el entregó el Trofeo Zarra de Segunda, destinado al máximo goleador nacional de la categoría de plata. Los lectores de la web moiceleste.com le eligieron mejor jugador de la temporada, y ganó el premio de la LFP al mejor delantero de Segunda. Además, a finales de ese año recibió el Trofeo Manuel de Castro, Handicap, como mejor jugador del Celta del año 2012.

Celebrando el ascenso a Primera tras el empate ante el Córdoba

Tantos reconocimientos podrían despistarlo en la nueva temporada. Nada más lejos de la realidad. Fue el máximo goleador en la pretemporada, con cinco dianas, y continuó a un excelente nivel desde la primera jornada del campeonato. No tardó en llamar la atención de la prensa y se convirtió en el jugador más mediático del Celta, la estrella indiscutible del Celta y el principal pilar sobre el que se sustentaban las opciones de permanencia del conjunto vigués. 

En lo deportivo, el Celta arrancó el campeonato más o menos bien, pero a partir de enero de 2013 fue empeorando su juego de forma preocupante, hasta el punto de meterse en puestos de descenso. El momento cumbre llegó tras una derrota en Getafe (3-1). El equipo estaba dando una lamentable imagen, y Paco Herrera lo señaló sacándolo del campo a los pocos minutos de la reanudación, dando entrada a Santi Mina, un juvenil. Aspas le negó el saludo a su sustituto y golpeó con fuerza un balón que rondaba por el banquillo vigués. Ya en los vestuarios, hubo sus más y sus menos con Bermejo, que le recriminó de forma muy airada su actitud. Casi llegan a las manos.

Paco Herrera, un entrenador importante para Aspas

En sala de prensa, Herrera volvió a cargar contra Aspas: "Aspas desde hace seis o siete partidos no ofrece soluciones. Entre todos lo habéis matado. No está en la tierra, está en una nube", señaló el técnico al término del partido. Los malos resultados le costarían el puesto al catalán unas horas después, y el rendimiento de Aspas quedaba en entredicho tras estas declaraciones. Tras el cese de Herrera llegaba Abel Resino, con la intención de salvar al equipo. 

Pero el peor momento de Aspas aún estaba por llegar. Primero Eusebio, y después Herrera se habían afanado en domar el carácter que le acompaña en el campo desde que es un niño. Parecía que lo habían conseguido, pero en un derbi disputado en Riazor, Aspas sacó lo peor de si mismo. El moañés cayó inocentemente en las provaciones de Marchena, un veterano futbolista que vivía sus estertores futbolísticos en el Deportivo, y le propinó un cabezazo que le costaría su expulsión y una posterior sanción de cuatro partidos. ¡Con lo que le gustaba a Iago jugar al fútbol!

El cabezazo a Marchena en un derby. Un pequeño resbalón de Aspas

A Aspas le llovieron las críticas, primero del vestuario, en la boca de Mario Bermejo, y de un gran sector de la afición que recriminaban a Aspas una actitud que le costó la derrota al Celta en Riazor (3-1), dando vida a un rival por la permanencia que estaba casi muerto. Aspas purgó durante cuatro largas jornadas, en las que vio como su equipo apenas lograba cuatro de los doces puntos en juego. Desde el palco VIP de Balaídos, Aspas sufrió como un celtista más, con la impotencia de no poder ayudar a sus compañeros. 

Fue una dura penitencia para Aspas, que llegaba para las últimas y decisivas jornadas de Liga. En su reaparición, el Celta logró una importantísima victoria ante el Levante (0-1), en un gris partido de Aspas, pero en la siguiente jornada marcaría un gol muy importante ante el Athletic. Un punto de oro gracias a un gol muy trabajado del moañés. Aspas también marcaría en Valladolid, en la penúltima jornada, transformando un penalti, y sería clave en la última jornada ante el Espanyol, dando una asistencia de gol a Natxo Insa, tras un primoroso regate a Colotto. El Celta había logrado lo imposible, ya que dependía de que el Deportivo no ganase en Riazor ante la Real Sociedad.

Tras lograr la permanencia, abandonó Balaídos llorando. Era su último partido

La afición saltó exultante al terreno de juego a la conclusión del encuentro, y Aspas, confundido entre el bullicio, fue abandonando como podía el recinto vigués con lágrimas en los ojos y visiblemente emocionados. Abajo, en el vestuario, sus compañeros celebraban el milagro, pero Aspas lo hacía con moderación. Sentado en el vestuario, recibía el apoyo de su amigo Abalo, mientras enjugaba sus lágrimas. Sabía que era su último partido con la camiseta del Celta. Aspas había aceptado una oferta del Liverpool, que cuadruplicaba su sueldo y le reportaba al Celta unos nueve millones de euros, el cuarto traspaso más caro en la historia del club céltico, solo superado por los traspasos de Makelele y Michel Salgado al Real Madrid, y el de Turdó al Rennes, todos ellos en tiempos de bonanza económica y con el Celta en puestos europeos. 

Antes de irse, Aspas se despidió oficialmente con una rueda de prensa en la que no pudo evitar que las lágrimas volviesen a hacer acto de presencia. Se fue como un celtista, lo que siempre será.  Tras hablar con la prensa, saltó al césped y recibió el cariño de una afición que jamás lo olvidará. Llegó a Vigo siendo un niño, se enamoró del escudo de la Cruz de Santiago, salvó al Celta de un descenso y fue parte fundamental en un ascenso, y acabó yéndose mientras dejaba muchos millones de euros en la caja del club. Siempre se le recordará como lo que fue, un futbolista enorme, un niño pequeño en el campo, y un excelente tipo fuera de él. 

Aspas iniciaba su aventura inglesa con el Liverpool, con quien tendría la oportunidad de debutar en la Premier League. Comenzó bien, pero cuando regresó Luis Suárez su importancia bajó mucho, hasta el punto de perder la titularidad. En el verano de 2014 surgió la posibilidad de regresar a España, concretamente al Sevilla, a donde llegó cedido con una opción de compra obligatoria cifrada en 6 millones de euros.

Con los hispalenses vivió situaciones encontradas. Fue el máximo goleador de la Copa del Rey, junto a Neymar, y ganó la Europa League, pero apenas jugó. En Liga solo marcó 2 goles, y tuvo varios encontronazos públicos con el técnico, Unai Emery. Cuando se anunció la renovación del vasco, Aspas decidió abandonar Nervión, y en su camino se cruzó nuevamente el Celta, que pagó 4 millones de euros más variables para traer a casa al hijo pródigo, firmando un contrato que le unía al Celta hasta el 30 de junio de 2020. 








TRAYECTORIA

TemporadaClubCategoríaPaísPJGoles
2006-07RC Celta B 2ªBEspaña211
2007-08RC Celta B 2ªBEspaña324
2007-08RC CELTA España10
2008-09RC Celta B 2ª BEspaña316
2008-09RC CELTA España32
2009-10RC CELTA España365
2010-11RC CELTA España284
2011-12RC CELTA España3523
2012-13RC CELTAEspaña3412
2013-14LiverpoolInglaterra120
2014-15Sevilla FCEspaña162
2015-16RC CELTAEspaña3514
2016-17RC CELTAEspaña


VIDEO DE KARPINHA SOBRE IAGO




VIDEO DE SUS GOLES AL ALAVÉS





VIDEO DE SU DESPEDIDA DEL CELTA





PROXIMAMENTE: VIDEO CON TODOS LOS GOLES DE IAGO EN EL CELTA

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